Los invito a leer un texto a modo de decalogo que encontre navegando, bien vale la pena reflexionar y compartirlo:
El referee es:
Un participante dentro de nuestro juego.
Un colaborador del juego.
Un elemento necesario dentro del juego... pero no el principal.
El referee NO es infalible
Tenemos que:
Aceptar como Principio General que el referee siempre tiene razón.
Aceptar que el árbitro (como el jugador) se puede equivocar.
Aceptar que tiene un rol que cumplir y que es parte necesaria del juego.
Aceptar que el árbitro debe tener un marco adecuado para dirigir.
Aceptar que los responsables de ese marco adecuado somos todos.
Aceptar que de un buen o mal arbitraje no depende el resultado de un partido.
Tenemos que comprender que:
Hablar del referee no mejora los problemas generales del juego.
Hablar del referee no resuelve las limitaciones técnicas de mi equipo.
Hablar del referee no mejora los problemas del referato.
Hablar del referee nos lleva a eludir las verdaderas falencias del juego.
Tenemos que comprender que hablarle del referee a los jugadores:
Los predispone mal para el juego.
Se los engaña con un enfoque simplista de los problemas del juego.
Hace que se escuden en el arbitraje para ocultar y justificar sus propias falencias.
Es ubicar equivocadamente al arbitraje por encima del Juego.
Es ubicarlo en un lugar de importancia que no tiene.
Tenemos que saber que protestarle al referee:
Es el peor ejemplo para los jugadores y el público.
Predispone mal a los equipos y al mismo árbitro para el desarrollo del juego.
Induce a los jugadores a perder de vista el verdadero objetivo del juego.
Contagia a los jugadores y desvía su atención.
No educa, ni enseña y es el peor ejemplo que podemos dar como responsables y partícipes del juego.
Nos convierte en máximos responsables de un marco inadecuado.
Fuente: desde el touch
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